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La tertulia, 1929

Ángeles Santos

La tertulia del Café Pombo, 1920

José Gutierrez Solana

 

La tertulia de Ángeles Santos desde una perspectiva de género

 

 

Paseo por los salones del Museo de Reina Sofía en Madrid y me encuentro frente a una obra deslumbrante, La tertulia de Ángeles Santos. Es una obra bastante grande, en un lienzo de 130 por 193 centímetros que impone imágenes de mujeres intelectuales de principios del siglo XX participando en lo que sus contemporáneos tenían el derecho de hacer en los cafés y ellas el deber de hacer en sus casas: una tertulia.

Esta obra es de 1929 y capta la esencia de los acontecimientos de la época donde las mujeres españolas eran dominadas por el patriarcado asfixiante de principios del siglo XX; es decir, en esta época las mujeres no eran libres sino que estaban controladas por normas patriarcales y católicas. Por lo tanto, las mujeres no eran libres de andar por los cafés por las noches discutiendo con personas intelectuales como ellas. No, las mujeres, intelectuales o no, debían permanecer, según las normas patriarcales, en el ámbito privado.

En La tertulia de Santos vemos a mujeres leyendo, fumando, pensando, discutiendo, son mujeres intelectuales que hacen sus tertulias en un ámbito doméstico, el único que como he dicho anteriormente era socialmente aceptado para las mujeres. Ángeles Santos inmortaliza este momento de la tertulia femenina con una viveza impresionante probablemente porque ella vivió esta tertulia, como mujer artista e intelectual en los años veinte y treinta, Santos estaba inmersa en la sociedad patriarcal española.

Con estos pensamientos sigo mi paseo por el Reina Sofía y termino mi visita en la tienda del museo. Me ha impresionado La tertulia y quiero llevarme a casa una postal o un afiche de la misma. Busco por la tienda y no la encuentro, es más, pregunto a los dependientes si tienen La tertulia de Santos y me responden que la única obra con el título de "tertulia" que conocen es la de José Solana Gutierrez. Me muestran una postal de esta obra, se titula La Tertulia del Café Pombo, una obra del año 1920. Esta tertulia es absolutamente distinta a la de Ángeles Santos y me llama muchísimo la atención.

La Tertulia del Café Pombo es exclusivamente masculina y se lleva a cabo en el ámbito público, en el café Pombo. Los hombres que participan en la tertulia están vestidos de negro, con saco y corbata, y están todos muy formales, tomando café y licor. Sus caras están tensas, me da la impresión de que están jugando el rol de intelectuales, sus gestos son como los que esperamos ver en un hombre intelectual. Los colores de la obra son oscuros, la obra en si tiene un tono soberbio.

Esta tertulia indudablemente es lo contrario de la tertulia de Ángeles Santos. Santos crea un ambiente de mujeres, donde están relajadas, concentradas en sus discusiones y lecturas. La obra de Santos no es oscura, las mujeres tienen camisas de colores y aunque un tono gris crea el ambiente no es un tono oscuro, es un tono que refleja la intensidad de la tertulia pero no transmite una sensación de arrogancia o de imposición como lo hace la obra de Solana. Es decir, la obra de Solana, con los hombres arrogantes, pretendiendo ser intelectuales, pretendiendo saber la verdad absoluta en sus tertulias es desde mi parecer, un mundo de diferencia con la obra de Santos.

Al final regresé a mi casa no con una postal de la obra que me cautivó ese d’a, La tertulia de Ángeles Santos, sino que me llevé la postal de La Tertulia del Café Pombo por Solana junto con el pensamiento de que las mujeres creamos obras muy distintas a las de los hombres. Como Ángeles Santos, podemos captar la esencia del mundo femenino, una realidad que todavía en el siglo XXI tiende a ser ignorada, mientras que ellos se concentran en el mundo masculino y nos imponen este mundo como si fuera el de todos y todas, cuando en realidad es únicamente el de unos pocos hombres privilegiados.

 

Maria Lourdes Xirinachs